Café capuchino maltés Hiere mi lengua Siento una nube En la barriga. Corrijo En la vagina Con suerte un va Y ven. Ataca a los pájaros Porque no comen solos Porque andan de a dos, De a cuatro o de a tres. Recuérdalo Dante, Siempre renuente La muerte nos miente Nos sorprende. Y si no tuvieras todas Esas quijadas rotas Entonces tendríamos Veleros y volcanes Amarillos Como luz Como un camello. Floja es la palabra Y su misterio panduro Compra este río Para controlar las crecidas Y sus playitas de piedras. Siempre cayendo Te explico Mi voluntad contraída Este no es un diario de Explicaciones Y pocos peces Hemos visto allá En el estanque Donde no tiras una moneda Por temor a enfermarte. Entonces por qué Seguir cayendo En esta curva Yo sólo escucho música Y me miro en el espejo. Surco, 19 de setiembre 2005